“Era un proceso administrativo pesado, además distribuir a más de 300 distritos en todo el territorio del país, es decir, la libreta en sí misma no tenía funcionalidad más que para después registrar las notas y entregarlas”, explicó Aguilar en el programa Levántate Bolivia de Cadena A.
En algunas unidades educativas, por acuerdos internos, se cobraba dos o tres bolivianos por el llenado de la libreta, alguien que conocía del tema elaboraba el documento e imprimía, comentó.
“Ahora, va a ser una libreta digital que pueda ser impresa en cualquier momento va a tener todos los sistemas de seguridad, registro y otros, pero lo que va a tener es la virtud de ser incluso accedida por los padres y madres en el sistema de Internet para que pueda hacer un seguimiento de las calificaciones”, añadió el Ministro de Educación.
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